Hoy mi madre me dijo que viéramos un documental que, sin duda, todo el mundo debería ver: "LA BESTIA". Al verla, para ambas fue inevitable no sorprenderse, emocionarse, llorar y sobre todo, reflexionar sobre la situación de vida que se vive en países de centro américa como Nicaragua, Honduras, El Salvador y Guatemala que los obliga a salir en busca del sueño americano, pasando por las peores vejaciones en su travesía hacia Estados Unidos durante todo su paso por México.
LA BESTIA es un documental de género social dirigido por el director mexicano Pedro Ultreras. Con él viajamos en conjunto con varios migrantes quienes van relatando sus diferentes experiencias, expectativas y sueños de lograr una mejor calidad de vida para ellos y sus familias. El viaje lo realizan en vagones de diferentes trenes (llamados bestias o trenes de la muerte) que abordan desde Chiapas a distintas ciudades de la frontera norte: Mexicali, Nogales, Ciudad Juárez, Piedras Negras y Nuevo Laredo.
Lo que más me impactó de este documental es la capacidad que tuvo el director de ganarse la confianza de los migrantes hasta el punto de captar testimonios realmente sinceros, que nos permiten captar la situación real de estas personas, lo cual, a mi parecer, produce sensación de empatía casi imposible de no sentir. Realmente el trabajo del director permite una "trama de revelación", es decir, "de cómo son las cosas, cuál es el estado de una situación -en este caso la migratoria, en México". "Se puede sentir la incertidumbre de los migrantes, sus pequeñas victorias y significativas derrotas, la ansiedad y miedo. El drama de la migración centroamericana ilegal en su paso por México hacia Estados Unidos se comprende con mayor profundidad.
Ahora bien, ¿Cuál es la motivación de los migrantes de ir a Estados Unidos? Indudablemente, la pobreza y el mítico sueño americano. La pobreza en los países centro americanos es endémico, la mayoría de la población es pobre o habita en pobreza extrema. Esto debido a diferentes factores, entre ellos: "carencia de educación, injusto reparto de la riqueza, explotación, desempleo y explosión demográfica". Si prestamos atención a los relatos nos damos cuenta que todas las razones hablan de pobreza. Al considerar que no cuentan con ninguna salida socioeconómica de la situación en sus países, encuentran un punto de fuga en una falsa esperanza en el sueño americano. Este sueño americano debe considerarse más bien como algo mítico y lleno de fantasías, porque la mayoría emprende su largo viaje sin tener una noción verdadera "ni del viaje por México ni de la estancia en Estados Unidos (como lo atestigua Julio Monjibar - El Salvador)". Pero, al final, son estas mismas fantasías las que les permiten seguir adelante y seguir soportando el cansancio físico y psicológico que conlleva el sueño, las muertes y perdidas que deben presenciar encima de la bestia, así como los robos, las violaciones y los secuestros que siempre están presentes a lo largo de su viaje.
Otro aspecto interesante que nos presenta Ultreras es la intervención que hace la comunidad religiosa a favor del cuidado de los emigrantes. "En el trayecto de los trenes hay muchos puntos de peligro y pocos oasis de descanso". Estos oasis son albergues que les brinda techo, cuidados médicos y alimentación a los migrantes durante una estancia de tres días ubicados a lo largo de la ruta del ferrocarril. Todos atendidos por sacerdotes y files católicos. Lo trágico de este hecho, es que son muy pocos oasis de comida y descanso en comparación al número de estaciones migratorias oficiales donde son detenidos. Representando que, es la presencia exterior, social y pública la que ayuda a los migrantes y una nula participación gubernamental de políticas públicas y de defensa de los derechos humanos.
Realmente es impresionante cómo puede haber tanta discriminación hacia las personas más vulnerables, es triste reconocer que las personas de bajos recursos sean a los que más se les niegue sus derechos como seres humanos. Al mismo tiempo, también es impresionante ver cómo un país puede servir de peón a otro país, como pasa con México y Estados Unidos. México se presenta como policía que asesina para cuidar a Estados Unidos de más emigrantes.
Debo reconocer que no soy experta en discusiones de orden social, público y político, por eso mi reflexión se presenta escasa. Sin embargo, el documental me permitió dar cuenta de esta grave situación y que en realidad muchas veces se hace justo y necesario hacer todo lo posible para mejorar la calidad de vida de las personas de un país. Aunque esto suene pretensioso y utópico, pero como dice finalmente Alicia Rivera, migrante de El Salvador que logró llegar a Los Ángeles California "es difícil, pero no imposible".
Para leer más sobre el tema comparto la siguiente reseña crítica: https://www.conapred.org.mx/index.php?contenido=noticias&id=3670&id_opcion=
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